Nuevo Orden Mundial · Opinión

El gran reinicio

por Mons. Carlo Maria Viganò
en Adelante la Fe

Carta abierta a Donald J. Trump

[…]

Está en marcha un plan de alcance mundial llamado Gran Reinicio. Lo ha diseñado una élite internacional que se propone subyugar a toda la humanidad imponiendo medidas coactivas para limitar drásticamente las libertades individuales y las de pueblos enteros. En algunos países el plan ya ha sido aprobado y costeado; en otros, está aún en sus etapas iniciales. Por detrás de los dirigentes mundiales que son cómplices y ejecutores de tan infernal programa se ocultan personajes sin escrúpulos que financian el Foro Económico Mundial y el simulacro de pandemia Event 201 promoviendo su plan.

El Gran Reinicio tiene por objeto imponer una dictadura sanitaria destinada a implantar medidas liberticidas ocultas tras tentadoras promesas de garantizar un ingreso universal y anular toda deuda personal. Dichas concesiones del Fondo Monetario Internacional tendrán un precio: la renuncia a toda propiedad privada y la adhesión a un programa de vacunación contra el Covid-19 y el Covid-21 promovida por Bill Gates con la colaboración de las grandes compañías farmacéuticas. Más allá de los enormes intereses económicos que motivan a quienes promueven el Gran Reinicio, la imposición de la vacuna vendrá acompañada de la exigencia de portar un pasaporte sanitario internacional. Quienes rechacen estas medidas serán confinados en campos de concentración o bajo arresto domiciliario, y se le confiscarán todos sus bienes.

Supongo, señor Presidente, que ya estará al tanto de que en algunos países el Gran Reinicio se activará entre finales de este año y el primer trimestre de 2021. A tal fin, se tienen pensados más confinamientos, los cuales se justificarán oficialmente por unas supuestas segunda y tercera ola de la pandemia. Usted conoce bien los medios que se han utilizado para sembrar el pánico y legitimar unas limitaciones draconianas de las libertades individuales provocando astutamente una crisis económica de alcance mundial. La intención de sus artífices es que dicha crisis mundial haga irreversible el recurso de las naciones al Gran Reinicio, dando con ello el golpe de gracia a un mundo cuya existencia y memoria misma quieren borrar del mapa. Pero ese mundo, señor Presidente, comprende personas, afectos, instituciones, fe, cultura, tradiciones e ideales; personas y valores que no funcionan como autómatas, que no obedecen como máquinas, porque están dotados de alma y corazón, porque están ligados por un vínculo espiritual que obtiene fuerzas de lo alto, de ese Dios al que quieren desafiar nuestros adversarios, como hizo Lucifer al comienzo de los tiempos con su non serviam.

Como todos bien sabemos, esta alusión al enfrentamiento entre el Bien y el Mal y este tono apocalíptico molestan a muchos; según ellos, exaspera los ánimos y agudiza las divisiones. No es de extrañar que el enemigo se enoje al ser descubierto justo cuando creía que había llegado a la fortaleza que quiere conquistar sin oposición. Lo que sí sorprende es que no haya nadie que dé la voz de alarma. La reacción del estado profundo a quienes denuncian su plan es desequilibrada e incoherente pero comprensible. Justo cuando la complicidad de los medios de difusión dominantes había conseguido realizar la transición al Nuevo Orden Mundial de forma inadvertida y casi indolora sale a la luz una caterva de engaños, escándalos y crímenes.

Hasta hace unos meses era fácil tildar de conspiracionistas a quienes denunciaban estos terribles planes que ahora vemos ejecutados hasta en sus más mínimos detalles. Hasta el pasado mes de febrero nadie habría podido imaginar que en todas las ciudades se arrestaría a las personas por el mero hecho de querer pasear por la calle, respirar, mantener abiertos sus negocios e ir a la iglesia los domingos. Y sin embargo ahora está sucediendo por todo el mundo, hasta en un país de postal como Italia, que muchos estadounidenses consideran un país de cuento, con sus monumentos antiguos, sus iglesias, sus ciudades con encanto y sus pueblos típicos. Y mientras los políticos se atrincheran en sus palacios promulgando decretos como sátrapas persas, las empresas quiebran, las tiendas cierran y a la gente se le impide vivir, viajar, trabajar y rezar. Las catastróficas consecuencias psicológicas de esta operación ya están a la vista, empezando por los suicidios de empresarios desesperados y de nuestros hijos, apartados de sus amigos y compañeros de colegio, a los que mandan asistir a clase solos en casa ante la computadora.

[…]

Nota de TD: Nos hemos querido centrar en este fragmento en particular de la carta aunque recomendamos su lectura completa. Los destacados en negrita y las ilustraciones son añadido nuestro. Nos hemos tomado la licencia de traducir «Gran Reinicio» en lugar de «Gran Reseteo» que usa la fuente enlazada.

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