La cansina milonga democrática de la libertad religiosa, libertad de conciencia, libertad de expresión, igualdad de todos y en todo y demás falsos derechos humanos. Decían además que el estado tenía que ser religiosamente neutral, aconfesional cuando lo que querían decir era laicista y sobre todo anticristiano.
Pero era necesario dorarle la píldora al respetable populacho para hacerle transitar desde la dictadura nacional-católica (o los restos de cristiandad que quedaran en otros países) a la dictadura liberal-marxista de la democracia, que es una verdadera dictadura que profesa una verdadera religión ideológica (y en el fondo satánica). Seguir leyendo «Danzad… danzad…»